11 noviembre 2008

Dificultades en la adopción de SaaS por parte de las empresas

Dando por sentado que las ventajas de SaaS son muy claras y demostrables, también hay que ser claro con los inconvenientes que entraña est modelo de uso de software.

Una de las dificultades que es la cultural, que siempre es complicada de contrarrestar.
El empresario utiliza un software por el que está pagando, pero no ve los ordenadores, ni los cables, todo está en algún lugar remoto, y que probablemente, ni siquiera sabe dónde exactamente. Si la aplicación falla, ¿quién lo va a arreglar? ¿dónde está esa persona? Lo único que puede hacer es llamar a un teléfono donde, con buenas palabras,le toman nota de la incidencia. El compromiso del proveedor de la aplicaión SaaS es mediante un Acuerdo de Nivel de Servicio (SLA por sus siglas en inglés) que puede decir algo así como que "el 95% de las incidencias serán solucionadas en menos de una hora desde que se reporte". Entre esa frase y tener al informático al lado y meterle prisa, hay una diferencia.

La segunda es que la integración de la aplicación SaaS con el resto de los sistemas no-SaaS de la empresa puede resultar complicada, añadir un coste extra y, en el peor de los casos, restar fiabilidad a la aplicación.

Por otro lado, algunos puestos de trabajo podrían peligrar. Los puestos muy técnicos dedicados a tareas operacionales, tales como realización de backup, mantenimiento del software y hardware, ya no son necesarios. En cambio aquellos perfiles informáticos orientados al negocio, son más necesarios. Aquellos que son capaces de enfocar las tecnología para que se adapte a los procesos de negocio y viceversa. Las aplicaciones SaaS tienen un componente de parametrización alto, para dotar de flexibilidad al sistema, esa parametrización y ajuste, debe venir de un análisis de personas de la propia empresa, probablemente, junto con alguna consultora.

Last but not least, se debe tener en cuenta que financieramente, el pago por el uso de un servicio, cualquiera que sea este, se considera un gasto operativo, mientras que la compra de licencias de un software para instalarlo en tus propios servidores es una inversión. Si ese gasto, además se realiza en forma de tarifa plana, como es habitual en estos casos, se considera un gasto fijo y ese es el concepto que más "escuece" a las empresas a la hora de presentar resultados. Por tanto, aunque haya un ahorro, se mueve de partidas en las que las empresas tienen cierto margen, como es la inversión, a otras en donde hay que ajustar lo máximo posible, costes fijos (donde están también los sueldos de los trabajadores de plantilla).

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